La Presidencia General de la Sociedad de Socorro presta servicio bajo la dirección de la Primera Presidencia de la Iglesia. Actualmente la presidencia está formada por Julie B. Beck, Silvia Allred y Barbara Thompson. Ellas han estado sirviendo desde marzo de 2007.
Cuando Julie B. Beck, Presidenta de la Sociedad de Socorro, tenía cuatro años vivió en Brasil y aprendió a hablar portugués. Se graduó en Dixie College y en la Universidad Brigham Young en Utah. Tiene tres hijos y ocho nietos.
Su primera consejera, Silvia Allred, es oriunda de El Salvador, y el español es su lengua natal. Cuando era adolescente conoció a los misioneros en El Salvador y poco después se convirtió a la Iglesia. Más tarde prestó servicio en una misión en Centroamérica.
Su segunda consejera, Barbara Thompson, aprendió alemán cuando prestaba servicio como misionera en Hamburgo. Obtuvo una maestría en Trabajo Social y trabajó para el Departamento de Servicios Humanos de Utah durante 30 años. Después de su jubilación fue directora ejecutiva de una organización internacional que se dedica a ayudar a niños maltratados y descuidados.
| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Estas tres mujeres representan y dirigen una creciente organización de alcance mundial. Las culturas pueden ser diferentes y existen las barreras del idioma, pero de acuerdo con Julie Beck, dondequiera que estén las mujeres mormonas, pueden contribuir al mejoramiento de su comunidad.
“Lo que hace una mujer para prestar ayuda en África va a ser un poco diferente de lo que hace en Bountiful, Utah; lo que hace en Bangalore va a ser un poco diferente de lo que hace en Buenos Aires”, dijo Julie Beck. “Ellas saben cómo brindar ayuda. Pueden percibir las necesidades. Estamos aquí para fortalecerlas”.
Las mujeres mormonas no son todas iguales. Unas están casadas, otras solteras o viudas; son hijas, madres y abuelas. A menudo son amas de casa y algunas quizás tengan otras ocupaciones difíciles.
Julie Beck dice que, independientemente de las funciones que desempeñe, cada mujer tiene en común la oportunidad de formar parte de una organización que enseña a edificar la fe en Jesucristo, alienta el estudio y la superación personal, hace hincapié en el valor divino de la mujer, ejerce la caridad y el servicio, fortalece a la familia y crea un sistema de apoyo y amistad.
Dentro de la estructura de la Iglesia, la mujer tiene la oportunidad de ser líder, dar discursos durante los servicios religiosos y ofrecer oraciones en la congregación. LA mujer asume un papel activo en el programa de bienestar de la Iglesia al enseñar los principios de autosuficiencia y ayudar a resolver las necesidades temporales y de largo plazo de las personas. También hay un amplio programa de visitas en el hogar, en el que las mujeres de la Iglesia se visitan de manera regular para darse apoyo y aliento. José Smith explicó que el propósito de la Sociedad de Socorro era: “…socorrer al pobre, al indigente, a la viuda y al huérfano, y ejercer todo propósito benevolente…”.