El Presidente Joey L. Skinner y su esposa Lisa Skinner dirigen desde el 1 de julio de 2020 la misión San Juan, Puerto Rico. Ante las diversas situaciones que la isla ha experimentado entre terremotos, huracanes y actualmente la pandemia, utilizan la tecnología disponible para que el mensaje del Evangelio llegue a las personas en medio de la pandemia.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene un programa misional donde jóvenes solteros se dedican a predicar el evangelio. Estos jóvenes, entre las edades de 18 a 25 años, sirven una misión de tiempo completo durante 18 a 24 meses, mujeres y hombres respectivamente. Actualmente hay más de 400 misiones alrededor de todo el mundo. Siempre enseñan dos o tres misioneros a la vez, nunca predican solos.
El presidente Skinner y su esposa fueron notificados en enero de este año que servirían en Puerto Rico durante 3 años y desde entonces comenzaron a prepararse para venir a compartir el evangelio de Jesucristo. Preparación que ha cambiado constantemente debido a la situación del país y las recomendaciones que se realizan debido al COVID-19.
Todas las misiones cuentan con reglas bien pensadas y dirigidas a preservar la seguridad de los jóvenes. Debido a los temblores y la pandemia se han considerado nuevas estrategias tales como, enviar a los misioneros extrangeros a sus países de origen, utilizar la mascarilla de manera continua, lavarse las manos frecuentemente o usar desinfectante, practicar el distanciamiento físico, cambiar los saludos y quedarse en sus casas, usar la tecnología para enseñar, entre otras cosas. Gracias a estas medidas ninguno de los misioneros en la isla se ha contagiado. “Admiro el ejemplo de fe, dedicación, esperanza y que ante tan difícil desafío, nuestros misioneros han puesto su confianza en el Señor para continuar la obra en estos días. El reto es real”, expresó la hermana Skinner y añadió, “Durante el adiestramiento les aconsejaron orar fervientemente para levantarse a liderar, tener la guía del Espíritu Santo y preguntarse qué espera nuestro Padre Celestial para ayudar en el reino de Dios en Puerto Rico.”
Además, los ha obligado a cambiar diametralmente el modo de enseñar el evangelio. Tradicionalmente el evangelio se enseñaba puerta por puerta. En estos tiempos están obligados a utilizar la tecnología para alcanzar los objetivos misionales como principal estrategia de predicación. “La tecnología es una gran bendición, aún mejor que antes”, comentó el presidente Skinner. “Aun cuando la pandemia sea controlada, vamos a quedarnos enseñando mediante ella, es buenísima.” Además, indicó que a muchas personas no les gusta que otros entren en sus casas, así que aun cuando se pueda volver a visitar, el uso de la tecnología continuará para llegar hasta la comodidad y privacidad del hogar.
En estos momentos la misión San Juan, Puerto Rico cuenta con 56 misioneros entre mujeres y hombres. Se espera que proximamente continúe en aumento la llegada de misioneros hasta volver a la normalidad según la pandemia y las condiciones del país lo permitan. El presidente y la hermana Skinner protegen a los misioneros como si fueran sus propios padres.
El presidente Skinner sirvió su misión en Puerto Rico para los años 1982 a 1984 y conoció a su esposa por medio de uno de sus compañeros aquí. “Para mí fue una gran bendición recibir ese cambio de servir a la gente y el país que yo amo tanto,” comentó el presidente. En diciembre de 2019 su llamado original fue para Santo Domingo Este en República Dominicana, pero la misma cambió en enero. “Gracias a Puerto Rico tenemos una familia eterna, por eso vinimos a trabajar duro para devolver la bendición,” señaló la hermana Skinner, luego que ambos expresaran que aman profundamente a las personas en esta isla y a los misioneros. La familia Skinner procreó 4 hijos (una hija y tres hijos) y tienen 5 nietos.