En calidad de iglesia mundial que trata muchos asuntos complejos alrededor del mundo, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días promueve principios fundamentales generales que tienen aplicación en todo el mundo. La Iglesia considera que la declaración del Pacto de Utah es un enfoque responsable para la urgente necesidad de una reforma de inmigración en los Estados Unidos. Es compatible con principios importantes que defendemos:
- Seguimos a Jesucristo al amar a nuestro prójimo. El Salvador enseñó que el significado de “prójimo” incluye a todos los hijos de Dios, en todo lugar y en todo momento.
- Reconocemos la necesidad siempre presente de fortalecer a la familia. La familia están destinadas a estar junta. La separación forzada de los padres que trabajan de sus hijos debilita a las familias y perjudica a la sociedad.
- Reconocemos que toda nación tiene el derecho de hacer cumplir sus leyes y asegurar sus fronteras. Todas las personas sujetas a las leyes de una nación son responsables de las acciones que tomen en relación esas leyes.
Los funcionarios públicos deben crear y administrar leyes que reflejen nuestras mejores aspiraciones como sociedad justa y compasiva. Tales leyes mantendrán el equilibrio correcto entre el amor al prójimo, la cohesión familiar y la observancia de leyes justas y ejecutables.*
*La Iglesia hizo pública su declaración más reciente en cuanto a la inmigración el 10 de junio de 2011.