La organización eclesiástica de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está administrada por presidencias. Desde el nivel más alto del gobierno de la Iglesia, que es la Primera Presidencia, hasta las congregaciones locales, cada una de las presidencias está integrada por un presidente y dos consejeros. Una excepción a ese formato se encuentra en los barrios locales, en donde al líder laico se le llama obispo, y a los dos hombres que le ayudan se les conoce como consejeros.
Sin importar cuál sea el nivel administrativo, el propósito de los consejeros es brindar ayuda y apoyo al presidente u obispo. Los consejeros poseen varios deberes de índole espiritual y administrativo por asignación del presidente u obispo, y cuando éste no está disponible, lo suplen. Según la organización, esos consejeros pueden ser hombres o mujeres de todas las edades; por ejemplo, los consejeros de una presidencia de estaca son hombres adultos, mientras que los consejeros de un quórum de diáconos son jóvenes de entre 12 y 13 años de edad. Del mismo modo, las consejeras de una presidencia de la Sociedad de Socorro son mujeres adultas, mientras que las consejeras de una clase de mujeres jóvenes son jovencitas adolescentes entre 12 y 18 años.