Las congregaciones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días están organizadas geográficamente, y sus miembros asisten a los servicios de adoración cerca de su casa. Cada miembro pertenece a un barrio o a una rama. Al líder laico de un barrio, es decir, una persona que no recibe formación religiosa formal ni recibe remuneración por su servicio, se le llama obispo; él es miembro de la congregación y se le ha pedido que sirva voluntariamente en ese puesto.
Cada barrio tiene clases y actividades para grupos de diversas edades:niños, jóvenes y adultos. Son sus mismos miembros quienes aportan el tiempo y el esfuerzo necesarios para dirigir el barrio y atender las necesidades de los miembros. Los líderes locales les piden a la mayoría de los miembros que colaboren en funciones específicas, y los deberes que realizan son administrativos, didácticos o de servicio. Con el tiempo, se van cambiando esas responsabilidades, de acuerdo con las necesidades de la congregación.
Los miembros de un barrio asisten juntos el domingo y realizan actividades entre semana. Un barrio es una comunidad donde los mormones entablan amistades y se apoyan mutuamente en su esfuerzo por seguir y adorar a Jesucristo. Todos son bienvenidos a asistir a los servicios de adoración dominicales.
Varios barrios conforman una estaca, lo que es similar a una diócesis católica. El líder de la estaca es el presidente de estaca. En regiones donde hay menos miembros de la Iglesia, los Santos de los Últimos Días están organizados en distritos y ramas en lugar de barrios y estacas. Al líder laico de una rama se le llama el presidente de rama.