El sábado 21 de octubre la Sociedad de Socorro del Barrio de Arecibo llevó a cabo la actividad de Obra Misional con el propósito de dar a conocer el trabajo de los misioneros y motivar a los miembros de la Iglesia a servir en el campo misional de diferentes maneras. Varios hermanos y hermanas expresaron sus vivencias en la obra misional en sus diferentes llamamientos y la satisfacción de servir a través de estos. La Hna. Edelmira Pagán, Misionera Senior de servicio voluntario en la Oficina de la Misión en Puerto Rico, compartió su testimonio de que tenemos que pensar celestialmente y manifestó que “toda mi vida me ha gustado servir. Hay días que son pesados, pero me acuerdo de que mi compromiso es con el Padre Celestial por encima de cualquier situación, persona o fuerza que venga a dominar lo que es amar al Padre Celestial y a toda persona alrededor del mundo.”
Los misioneros del barrio compartieron cómo podemos ser misioneros del Señor todos los días y cómo podemos alimentar a sus ovejas llevando la palabra de Dios a aquellos que no conocen el evangelio. Dialogar sobre el evangelio, ser ejemplos en todos los lugares y utilizar las redes sociales fueron las tres estrategias que estos jóvenes presentaron para mostrar maneras de ser parte de la obra misional.
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La familia Gómez compartió la experiencia que tuvieron de servir como pareja de misioneros a tiempo completo en la República Dominicana en el campamento de Bonao. Expusieron que cuando recibieron la noticia para realizar esta misión, no pensaron mucho en responder sí para salir a trabajar por dos años. “A veces pensamos en la casa, la familia, pero tenemos que entender que el Señor nos necesita. Exhorto a toda persona que se dé esta oportunidad; vaya a una misión porque el Señor nos necesita. Creemos que vamos a enseñar, pero a lo que vamos es a aprender,” expresó la Hna. Betsy Gómez.
Por otro lado, la Hna. Coralys Morales, quien recientemente completó su misión en Puerto Rico, mencionó que “no necesitamos una placa para ser misioneros. Tenemos la oportunidad de poder compartir con todos y ayudarlos a acercarse más a Cristo. Es importante involucrar a los miembros de la Iglesia, pues ellos tienen tanto para compartir de sus experiencias sobre el evangelio. Muchas de estas personas nos necesitan y al ver nuestras situaciones e intereses, eso los ayuda a tener confianza y ver lo que el evangelio nos ofrece a nuestras vidas.”
Al finalizar la Hna. Saturnina Maldonado, presidenta de la Sociedad de Socorro de Arecibo, invitó a las hermanas, los hermanos y misioneros a cantar el himno A dónde me mandes iré, como cierre de la actividad.